MIGUEL Y LA PAZ
Aunque tengo ocho años
no me gustan los engaños.
Lo mejor es decir siempre,
lo que uno siente.
Mis padres me enseñaron
a ser bueno con la gente,
a veces no lo consigo
y me dicen que lo intente.
Cuando tengo algo de envidia
me enfado con mi familia,
mi abuela me hace entender
que no es bueno ese querer.
Ni la mentira, ni la maldad, ni la envidia
ayudan a conseguir la Paz.
Si no existiese ninguna
¡Vaya Felicidad!
MIGUEL - 3º A Primaria
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